A principios de mes os hablamos de la importancia de tener un Currículum Vitae bien y una buena carta de presentación para postular a ofertas de trabajo durante la época estival. ¿Qué debemos hacer si nos llaman para concertar una entrevista al puesto laboral postulado? En nuestro blog de hoy os damos varios consejos para tu próxima entrevista laboral.
La entrevista
Si el currículum ha resultado atractivo, a juicio de las personas encargadas de la selección, seguramente nos veremos inmersos en la fase de la entrevista, aunque en ocasiones puede haber pruebas intermedias como test psicotécnicos o dinámicas de grupo.
La entrevista siempre resulta complicada, ya que los nervios suelen hacer acto de presencia. Por ello, hay que abordarla con la mayor tranquilidad posible, intentando principalmente potenciar todos nuestros aspectos positivos.
En esta fase, hay preguntas cuya respuesta debe prepararse adecuadamente, ya que en ellas puede estar la diferencia entre la selección o el rechazo de la candidatura. Por ejemplo, una pregunta habitual y no siempre fácil de responder es comentar alguna virtud y algún defecto.
Todos podemos pensar más o menos rápidamente en características positivas propias (capacidad de esfuerzo, compromiso con la empresa, ser una persona ordenada en su trabajo, alto grado de cumplimiento de obligaciones, etc.). El problema puede venir al hablar de los defectos, ya que un mal enfoque puede hacer que finalmente seamos rechazados. Por ejemplo, decir que “habitualmente no suelo sentirme cómodo cuando trabajo en equipo” puede ser muy negativo si el puesto requiere una integración en un puesto con otros compañeros de trabajo para cumplir con los objetivos de la empresa.
Por ello, hay que estar preparados ante esas preguntas “peligrosas” y darles un enfoque positivo. Se puede hablar de un defecto que antes tenías pero que has logrado vencer, revirtiendo una debilidad en algo positivo que muestre el potencial que tienes. Por ejemplo, la falta de experiencia no hay por qué esconderla, sobre todo si previamente se ha enviado el currículum, pero puede ser un buen momento para mencionar tus altas capacidades de aprendizaje, tu rapidez en la asimilación de tareas, y tus propósitos para mejorar recibiendo una formación específica para el puesto.
Tampoco es muy conveniente abusar de tópicos en la entrevista. Por ejemplo, decir que se es una persona emprendedora llevará a que el entrevistador nos pregunté ¿qué ha emprendido usted?, por lo que no nos servirá, a no ser que haya una respuesta coherente y aportando una razón por la que creo que tengo esa característica.
Un último consejo, aunque no siempre es posible, es informarse sobre la empresa, sobre el sector en el que opera, etc. Si hay oportunidad durante la entrevista, introduciremos algún comentario sobre la misma. Para ello es recomendable visitar en las webs corporativas el apartado “misión, visión y valores” donde las empresas suelen fijar sus objetivos a medio y largo plazo, así como los principios bajo los que trabajan.
Por ejemplo, si eres una persona sensible al respeto por el medio ambiente, y aspiras a trabajar en una empresa que tiene este aspecto entre sus códigos principales de conducta, seguro que encontrarás algún momento de la entrevista para comentar esas actitudes responsables que tú tienes, buscando un nexo con dichos principios.
Como punto final, y ya en la vertiente emocional, es importante no perder nunca el ánimo ante sucesivos procesos infructuosos. En una selección de personal, es mucho más probable ser rechazado que seleccionado. Muchas veces, el pesimismo puede intentar arrastrarnos a pensar que el siguiente proceso de selección resultará igual de negativo que los anteriores generando malas expectativas e incluso hacer que nos esforcemos menos o perdamos interés en el mismo (pesimismo defensivo).
Aunque puede no resultar sencillo, debemos ser conscientes de que esa actitud no nos ayudará, así que es importante analizar qué puedo hacer para mejorar mi empleabilidad, potenciando habilidades, mejorando mi formación y redoblando los esfuerzos por encontrar empleo usando las herramientas disponibles como talleres de búsqueda de empleo, servicios de orientación laboral, etc.
Como se suele decir… cuántas más cañas se lanzan a un río, mayores serán las probabilidades de pescar, así que utiliza todos los recursos que tengas a tu alcance para lograr tu objetivo.