Si nos remontamos 40 o 50 años en el tiempo, la mayor parte de las personas (nuestros padres, madres, abuelos y abuelas), cuando entraban a trabajar en una empresa, solían mantener sus puestos y funciones prácticamente a lo largo de toda la vida laboral hasta su jubilación. El mercado de trabajo era poco cambiante, estable y poco dado a plantearse reorientaciones profesionales.
De un tiempo a esta parte todo ha cambiado mucho y muy rápido. En el mundo laboral, ya nada es para toda la vida, y todos los individuos debemos tener una capacidad de adaptación constante a las nuevas circunstancias si queremos seguir siendo competentes en nuestro puesto de trabajo y progresar profesionalmente.
La globalización, la innovación, los avances tecnológicos y el desarrollo social han cambiado las demandas de las empresas. Y todo forma parte de una rueda que ya no se detiene ni se detendrá. Seguramente, dentro de unos años existirán profesiones que todavía hoy desconocemos.
Mucha gente tiene la idea de que la formación es importante sólo para encontrar un buen puesto de trabajo que satisfaga nuestras necesidades y nos haga sentir realizados personal y profesionalmente, pero que después deja de tener relevancia. Nada más lejos, la necesidad de formación debe ser permanente a lo largo de toda nuestra vida laboral para ser el mejor profesional posible.
En Aragón hay actualmente 51.000 parados, pero desde muchos ámbitos se advierte de una verdadera crisis de personal. Muchas empresas, desde el sector hostelero hasta el de las residencias de mayores, pasando por el electromecánico, sanidad, logística y transporte, etc., vienen demandando desde hace unos años que exista una mano de obra cualificada para su actividad. Se calcula que en los próximos años van a existir 150.000 puestos de trabajo sin cubrir, sólo en nuestra Comunidad Autónoma.
Por eso es tan importante que desde las administraciones públicas se apueste decididamente por la formación continua, la cual permite a los trabajadores adquirir nuevas destrezas y conocimientos, mejorando no sólo las competencias técnicas sino también habilidades como la comunicación y el trabajo en equipo.
La formación tiene dos efectos muy beneficiosos para las personas. Por un lado, por las oportunidades de promoción que conlleva, bien dentro de la misma empresa o en otras; por otro, incrementa el nivel de satisfacción y motivación, y por ende, su productividad.
En Academia Técnica Oscense somos centro colaborador del Instituto Aragonés de Empleo, y ofrecemos formación gratuita todo el año, dentro de los planes de formación que proyecta el Gobierno de Aragón para toda la Comunidad Autónoma, tanto para trabajadores ocupados como desempleados, así como formación de otro tipo.
Por eso, en breve anunciaremos los nuevos cursos y certificados de profesionalidad que tenemos proyectados para este próximo curso 2024-2025, esperando poder continuar con nuestra labor de formación, que tanto nos gusta y a lo que llevamos dedicados más de 30 años.